Mi madre, atleta de fondo
Hasta hace dos días me creía la tía mas independiente del mundo y sin embargo ahora necesito de todo el mundo hasta para ponerme los zapatos.
Ahora mi independencia se llama Rosa, mi madre, como lo estáis leyendo. Mi madre se ha vuelto mi sombra, es la que viene conmigo al tratamiento, la que esta pendiente de si como (un día le dijo la oncóloga que me vendría mejor comer poco pero en mas raciones y por ella estaría todo el día engullendo), si bebo, y lo mejor, se ha vuelto la mejor aliada de mi marido, se lo cuenta todo y encima el otro le hace mas caso a ella que a mi.
Estoy harta, parecemos un matrimonio cincuenton, pues siempre estamos gruñendo, el matrimonio ese de la tele, vamos.
Quienes me estáis leyendo pensareis que tengo mucha cara pues la chiquilla esta todo el día pendiente mía, pero la cuestión es: Y mi independencia? Donde esta?
Acabo de caer en la cuenta, la independencia de ambas la perdimos el día que caí mala, porque sin darme cuenta ella también ha perdido su capacidad para poder ir donde quiera por el simple hecho de ser mi madre.
Por tanto, hasta que esto termine o hasta que mi cuerpo responda de una mejor manera, seguiremos siendo la Pili y Mili del siglo XXI.
UN BESITOS
MIS BLOGUEROS.
