MIS ALIADOS

lunes, 6 de junio de 2011

DESAHOGO



Ya es hora que publique esto que tanto tiempo llevo pensando.
Este post trata sobre cómo viví y vivo el gran problema que tiene mi hermana Rosana, su
enfermedad.


Hace casi dos años recibí una llamada de mi madre en una mañana que, supuestamente, y si no recuerdo mal, estaba estudiando y me dijo que a Rosana la traían para Córdoba de urgencias porque se había puesto mala.
Fué algo totalmente inesperado y que no tenía razón de ser. ¿Rosana? ¿Médicos?. Ella llevaba unos días en la playa con su marido y sus suegros de vacaciones, pero sí, venía camino de Córdoba y no sabía nada de lo que ocurría.
Directamente al hospital, una vez ingresada yo la veía perfectamente, más mona de lo normal incluso, pero cuando la llevaron allí sería por algo.
Después de varios días con esto me dí cuenta que la cosa iba en serio.


Yo nunca me enteraba de nada, cualquiera que me rodeaba estaba mejor informado que yo, y aunque no dedicaba gran parte de mi tiempo a la visita al hospital, raro era el día que faltaba.
Siempre había mucha gente en la habitación y en el pasillo. Mis padres, sus suegros, primos, tíos,...y resulta que cuando llegaba siempre a última hora de la tarde para evitar tanta afluencia de gente, nunca pasaba  desapercibido, fruto de mi carácter. Hablabas con unos y con otros y ninguno sabiamos que aportar ni a que nos estabamos enfrentando.
Los días pasaban y no sabía mucho de aquello que estaba ocurriendo, como es lógico ella tampoco, así que estábamos desinformados.
Lo de Rosana era lógico, no había diagnóstico, por lo tanto no podía adelantarsele nada con seguridad.


Yo intenté llevar mis días como si no pasara nada, por la mañanas y algunas tardes iba a mi trabajo, intentaba llevar mis estudios y mis cosas, incluso me iba de tapas cuando apetecía, creo que los nervios ante la incertidumbre hizo que siempre me apeteciera.
Durante mi jornada laboral y mi paso por el taller o la tienda la gente me preguntaba. En el barrio ya se comentaba que “la hija del fontanero” estaba ingresada, pero solo se rumoreaba.
Nadie sabía nada con certeza, escuchaba mil versiones distintas, y ahí estaba yo explicándolo como buenamente podía.
Resulta que llegó un momento en el que escuchaba cosas que ni yo sabía. Yo me preguntaba cómo todos sabían más que yo del tema, siendo yo el hermano de la afectada.
Fue ahí cuando empezó mi mosqueo, aquello no tenía sentido ya que no debían ocultarme nada,excepto a la persona perjudicada, obviamente para no asustarla ni empeorarla, pero lo hacían.
Todo aquello ya tenía pinta de que iba para largo.
Se había producido un cambio, un cambio...de los malos, pero era un cambio y había que afrontarlo.
Cuando estaba con mis padres, hermana Toñi o cuñados no se oía nada, solo algunos comentarios sin razón alguna, pero que yo relacionaba en paralelo. Esto ya provocaba mi “alejamiento” a la situación.
Pasaba la mayor parte del tiempo solo, vivía, trabajaba, pasaba horas muertas SOLO.
Veía caras en todos de sufrimiento y aquello no podía permitirlo, alguien tenía que mantener todo un poco en orden.
Entonces fue cuando me dí cuenta de que el único que medianamente se mantenía un poco fuerte era yo.
Siempre lo comparé esto como un barco y sus tripulantes.
Si toda la tripulación falla, el barco se hunde, y si todos los tripulantes estaban fallando por aquellas malas noticias, alguien tenía que mantenerlo a flote.
Si sentían dolor o pena, yo no podía sentirme de ese modo, o al menos no podía mostrarlo, ya no quedaba nadie con actitud alegre o positiva, y otra cosa no, pero positividad siempre transmito, o al menos lo intento.
Estaba ya viviendo solo, ya que mis padres se volvieron al piso por la cercanía al hospital y al trabajo, vamos, por comodidad obligada.
Los primeros días solamente estábamos mi padre y yo en la parcela durmiendo.
Pensé que él seguiría allí ya que nos habíamos quedado los dos, pero no, también se marchó.
No fue una mala elección, ya que mi madre estuvo casi las 24 horas junto a mi hermana.


Yo, realmente, antes de todo esto no tenía mucha relación con Rosana, ella vivía fuera y nos veíamos muy poco.
Ademas, mi hermana y yo nos llevamos unos 10 años por tanto, mi relación mas cercana ha sido con Toñi y no con ella.


Manuel parecía un buen tipo, pero para un par de ratos que nos cruzábamos, tampoco nos permitía un trato muy cercano. No lo conocía de nada e incluso, solo hacía unos 6 meses que se acababa de casar con mi hermana.
A día de hoy no puedo decir lo mismo, una vez salió Ros del hospital todos vinieron a vivir al campo.
Se instalaron aquí de repente, pero ya nos habíamos encargado de tenerlo todo perfectamente acondicionado..
A partir de ahí es cuando comenzó mi relación, “obligada” con ellos.
A día de hoy tengo que decir que tanto ella como él son excepcionales.
Rosana es como siempre, muy rechistona, mandona y un poco pesada, pero bueno. Digamos que se le perdona.
Aunque hay veces que hay que dejarle las cosas un poco claras, ya que si la dejas “se te sube a la parra”.
Manolito, que así es cómo llamo yo a mi cuñado, es un tío fantástico.
Hemos compartido demasiado en muy poco tiempo, pero nuestra relación se puede decir que ha sido un éxito.
Creo recordar que por aquella fecha es cuando me enteré del tratamiento que iba a seguir en poco tiempo mi hermana, por lo que sólo con eso ya deduje a lo que se estaba enfrentando.
Intentaba hablar a diario con mis amigos, conocidos e incluso los clientes que sabían algo de esto y así fue como lo he llevado hasta hoy día, bastante bien, la verdad.
Llegado el otoño todos se marcharon a sus respectivos pisos.
A la parejita se le acondicionó un piso de mis padres para que pudieran vivir ellos solos.
Así hasta que él tuvo que reincorporarse a su trabajo en Huelva, pero no me extenderé con esto.
Tras haber resumido lo mejor que he podido este proceso he de decir que todo esto está siendo una “movida”.
Por desgracia es lo que hay, pero jamás se lo desearía a nadie.
Después de tanto tiempo con esta historia he estado pensando en demasiadas cosas.
He pensado en posibles soluciones, he pensado buscar apoyo, he pensado de todo.
Pero está claro que con estos temas no hay nada que valga como ayuda, solo que su cuerpo
responda como debe a ese bicho tan terrible.


He tenido tiempo de sacar mil conclusiones, pero la única y creo que más importante es la de aprovechar la vida y valorar a las personas día a día.
Algunos, cuando lean esto seguro que me harán comentarios conociendo como soy, pero realmente así pienso.
Quizás parezca un viejo mientras leáis estas palabras, pero si antes lo tenía claro, ahora aun más.
Rosana intenta hacer una vida lo más llevadera posible, a pesar de todo lo que esto conlleva como impedimento.
Pero ahora digo yo, ¿Por qué tenemos que llegar a puntos como estos para darnos cuenta de lo que tenemos al lado?
Esos familiares que andaban por ahí desperdigados y jamás se les ocurrió echar cuenta de los demás, esas parejas que no se valoran y apenas se aprecian hasta que les ocurre una desgracia, esos hermanos que nunca se hablan ni se visitan e incluso ni se llaman, esos amigos que no se buscan, esos ratos que compartir con la gente, esos viajes y esas escapadas que todos podemos hacer con los más queridos y que no se hacen porque “no se tiene tiempo ni dinero”, esas tantas
cosas que dejamos pasar y que cuando nos vamos haciendo mayores tanto echamos en falta...
Está claro que podría estar toda la tarde poniendo ejemplos, pero creo que ya se entiende...


Pregunto:


¿Tenemos que llegar al punto de que una persona enferme o la perdamos para proponer cosas a las que nunca echamos cuentas?
¿Tan caro sale echar unas cervezas en cualquier sitio un día cualquiera?
¿Tanto tiempo supone desayunar en un bar junto a tu hermano/a un día cualquiera antes de ir al trabajo?
¿Tan difícil es irse un día a la playa con los amigos o familia si hace falta?
¿Tan difícil es todo? ¿Tan tan difícil?
Sinceramente, no me lo creo.


Mi lema no es nuevo, QUERER ES PODER, y al igual que yo quise aportar mi granito de arena a este blog que tanta aceptación ha tenido...y en el que poco a poco nos vamos atreviendo incluso a dejar un comentario
...GRATUITO...como la mayoría de las cosas buenas en esta vida...quizás mañana sea demasiado tarde...no perdamos el tiempo en tonterías...esto para cuando hayamos hecho
lo importante...


En definitiva, creo que yo no soy el mejor ejemplo para decir esto, pero queda claro que deberíamos pensar más a diario en las cosas con las que perdemos el tiempo.
El tiempo y el dinero están para eso, para disfrutarlo...y aunque me critiquen mucho, lógicamente, es lo que intento hacer cada día que pasa.
Disfrutarlo con todos aquellos que son capaces de dedicarme un poquito de su tiempo, con alegría y con ganas...pero disfrutarlo.


El mucho o poco tiempo que estemos tenemos que gastarlo en disfrutar, y disfrutar lo es todo.
Que solo lloramos cuando viene lo malo, pero no buscamos lo bueno.
Cuando viene algo malo...rápidamente tenemos que adaptarnos al cambio y hacerlo bueno.
Lo tenemos todo y no dedicamos tiempo al cariño, al roce ni a los sentimientos en general, solo a lo que nos interesa.


Y quiero DEJAR CLARO que lo que nos interesa NO es aquello en lo que invertimos nuestro
tiempo normalmente, lo que nos interesa son nuestros seres más queridos y debemos demostrárselo.
Todo lo demás no sirve nada más que para complementar esos buenos momentos como la buena comida, la bebida, los coches, etcétera...


La mayoría de las personas no lo hacemos porque no nos han educado para eso, porque de ser así, raramente actuaríamos de esa forma, pero para eso estamos aquí, para mejorarlo.
Con esta intervención quiero mandar muchos besos y abrazos a todos aquellos que me rodean y a los que quiero tanto, aunque no lo parezca, pero cada uno quiere a su manera...


Alberto Nieto.