NO ES UN LUNES CUALQUIERA.
Estamos a lunes, acaba de sonar la maldita alarma, no sé cómo se me ocurrió poner una musiquita exótica.
Son las 7 de la mañana y no me apetece levantarme. Ha sido un fin de semana genial con sexo incluido. Después de una ducha, me pinto, me pongo un vestidito mono y a la calle. Estoy que me salgo, llevaba bastante tiempo sin sentirme así de viva.
Pipipi, mensajito en el móvil, me pongo un poco nerviosa, que tontería, verdad? Es un mensaje de Mateo, aún está aquí en Madrid y quiere que comamos juntos. Imaginaros cual fue mi respuesta: siiiiiiiiii! Donde!.
El restaurante escogido fue un italiano cerca de casa, hubiera preferido el de casa de Cristina pero Él no sabría llegar.
La mañana se me hizo eterna, incluso la visita del cartero guapetón me pasó indiferente. Mi compañera no hacía nada más que reírse por la cara de tonta que tenia. E incluso los usuarios me tuvieron que llamar la atención un par de veces porque me había quedado en la parra.
Al fin las tres menos cuarto, no hay nadie en la oficina por lo que con voz tontona le pido a mi superior que me deje salir antes poniendo una simple escusa. Me llegue a casa para retocarme, estaba super nerviosa. No parece que fuera la primera vez?. Jajajaj.
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| Candela arreglada para su cita con Mateo |
Me hice de rogar cinco minutos y antes de entrar, tras el cristal, lo vi en la barra sentado tomando una cerveza, estaba guapísimo. Entre y ya nos tenían preparada una mesa. No sabía que pedir, si una ensalada y un primer plato, si comer con normalidad o si hacer como cualquier niña mona y no comer nada. Al final opte por ser Yo misma. Comenzaba una tarde estupenda.
Hasta otro día.
