MIS ALIADOS

jueves, 23 de junio de 2011

Y LLEGO LA CALOR

La calor se sobrelleva como se puede. Aquí en Córdoba dicen que estamos pasando por una ola  y Yo lo llevo regular pues aun cuando tengo el a.a. puesto todo el día tanto fresquito tampoco me viene bien para mis huesos. Chicos parezco una vieja con tantos achaques.

Pretendía ir a Huelva hasta el domingo pues mi hermana se ha ido unos a Punta Umbría y de camino me hacia el favor pero ayer en la cita con la oncóloga lo comente y no ve bien que durante las mañanas vaya a estar sola mientras
Manuel esta trabajando.Me fastidiaron el plan. Aquí estoy en mi casa pasando calor. 

Que vida mas cutre, con 34 años y sin poder estar ni un momento sola por si me caigo, sera posible que me tengan como una vieja chocha, eso me pone de los nervios. Esto es un complot entre la oncóloga, mi madre y mi marido, Jajajajjaj.


Ayer fue un día difícil, fui al Hospital para la cita con la oncóloga y me derrumbe un poco pues siempre intento sonsacarle cuando va a terminar todo esto y nunca encuentro la respuesta que deseo, esto no tiene final, solo me dice que lo tome con paciencia, que no tengo que hacer caso de lo que le pasa a los demás, pero es complicado conformarse con todo esto, una pretende tener una vida normal.


Rosana y Manuel en la playa, jajajaj. 

Me gustaría poder ir a la playa con los amigos y echarme en la arena a tomar el solecito, antes me encantaba, me relajaba un montón pero no puedo.


Bueno, bueno, creo que lo voy a dejar pq comencé con la ola de calor y voy a terminar acalorada. Y para desmoralizar, siempre hay tiempo, verdad? jijiji.  


Un besito a todos mis blogueros.





DIARIO DE CANDELA CAP. 4


EL REENCUENTRO


Ya ha pasado algo más de una semana desde lo de Mateo. La verdad, no he hecho nada especial, mi semana ha sido solo de casa al trabajo.

Hoy es jueves y, como ya os dije, es el día de reunirme con las chicas para comer. No es que tenga muchas ganas pero hoy toca japonés y, nada más pensar en el Sushi, se me hace la boca agua. Así que me voy directamente mona al trabajo.

Lo peor iba a ser la cantidad de preguntitas acerca de mi chico de fin de semana, es decir, Mateo: cómo se llama? qué edad tiene? en qué trabaja? dónde vive? cuándo os volveréis a ver?… En ese momento me doy cuenta de que no nos dimos ni el teléfono. Ahora, la única forma que tengo de contactar con él es a través de Laurita. Dios! Qué vergüenza! Se va a enterar España entera y la Gran Bretaña de que me gusta… (Largo silencio). Espera!, a lo mejor no me dio su número porque no quiere volver a verme y seguramente ya no recordará ni cómo me llamo.

Uff, se me ha echado el tiempo encima y, entre retoque y retoque, voy a llegar tarde al trabajo. Me tengo que ir.

Por fin sábado! Quien estará llamando al teléfono. Pensaba estar toda la mañana vagueando en la cama.
Cojo el móvil y era Laurita, una Laurita sarcástica. Lo primero que me pregunta es: Y tu noche? Cómo estuvo? Jijijijiji. _Ante sus preguntas me quede un poco aturdida_. Parece que alguien se ha quedado con muy buena impresión de ti. Hemos quedado esta noche para cenar, viene Mateoooo ¿Te apetece?. El tonito de su voz hace que se me seque la garganta. Después de unos segundos de sudor frío, me sorprendo a mí misma diciendo: ¡Claro! ¡Estaré encantada! ¿Dónde quedamos?.

Tras colgar el teléfono, volví a meterme en la cama, me tape la cabeza y di un gran grito. Esto era increíble, Él se ha fijado en mí, Él quiere volver a verme.

Volví a descolgar el teléfono y llame a Cristina, mi mejor amiga. Necesitaba una consejera, una buena amiga que me dijera que lo sabía, que se lo esperaba, que Yo valgo mucho. Y Yo ahora me sentía aturdida. Como reaccionar ante Él, me debería mostrar altiva, como si no me hubiera afectado, deseosa o simplemente debería llegar, saludar y mostrarme tal cual soy. Dios! Me mata esta indecisión.



7 de la tarde y acabo de salir de la ducha. Tanto pensar en que ponerme y ahora no se si lo tengo disponible, creo que ésta en la plancha, joooooo. Bueno, termine planchando el vestido, uno negro, sexy pero recatado a la vez. 



La cena estuvo muy bien, ambos nos saludamos de manera cordial, me pregunto cómo me había ido la semana, me quede alucinada de cómo se comporto, es más, cuando terminamos de cenar los demás se fueron para casa, mientras Mateo me invito a tomar algo en un pub cerca del restaurante, conversamos hasta altas horas de la madrugada y os podéis imaginar cómo terminamos la noche.

Lo mejor estuvo a la mañana siguiente, café, tostadas, mermeladas,… todo tipo de delicatesen servidas en la cama y que mejorarían a lo largo del día.

Tan solo había un problema en esta idílica relación y es que Mateo, como en un principio dije, vive en Londres, donde trabaja en una auditoria española con sucursal allí. Había venido de vacaciones y le quedan 5 días para volver a la cruda realidad.

Hasta otro día mis blogueros.